La buena percha

Dos abrigos de plumas. Tres chaquetas de entretiempo. Dos sudaderas. Un tres cuartos. Un par de bufandas. Y un bolso. Todo ello sobre una silla del comedor. Ese es el elegante paisaje que me encuentro cuando llego a casa. Evitemos que este garrulo-style se propague como la peste incorporando a nuestras vidas un elemento tan original e innovador como... El perchero. Sí, un gran desconocido que nos evitará la mirada asesina de la suegra cuando nos visita o el comentario jocoso de ese vecino/a cotilla.

Aquí os mostramos una pieza que encontramos en el bonito pueblo de Valderrobres (Teruel), en la tienda de la encantadora María José "Insadeco". Si vais, ya de paso, podréis disfrutar con los paisajes que ofrece la comarca de Matarraña.



Este otro nos parece una joya del diseño. En muchísimas webs se le atribuye al arquitecto italiano Osvaldo Borsani. Incluso lo fechan en la década de los años 60. En realidad, Borsani ideó un fabuloso perchero de pie para la marca Tecno en el que -seguro- se inspiró la firma sueca Ikea hace más de tres décadas para crear "Mina". La historia de esta atribución errónea es fascinante y la puedes leer aquí. Parece que otras empresas también lo imitaron (hay algunos modelos en otros colores).
Realizado en metal y madera y lacado en negro, su forma nos recuerda la forma del popular satélite ruso Sputnik, inspirador de decenas de diseños.




Estos son más clásicos, como de los 50. De una época en la que los hombres lucían sombrero, se abrigaban con gabardina y fumaban como carreteros. Aquella época gris que vemos en series de televisión como "Amar en tiempos revueltos".


Nuestra peluquera favorita acudió a nosotros tras el trauma que le supuso ver los precios de los percheros nuevos. Le mostramos este que veis abajo, pero nos pidió que le diéramos una vuelta, que no pareciera tan "serio". El resultado final le encantó y luce estupendamente en su peluquería, combinado con un mobiliario mucho más moderno.
             



Comentarios

Entradas populares